Lean Startup: Emprende con criterio o no lo hagas
Todos hemos oído hablar del caso de Apple, como unos emprendedores desde un garaje consiguieron crear el gigante que conocemos hoy y ya de paso romper el status quo del momento.O quizá también nos suena Amazon, que empezó vendiendo libros para pasar a ser el gran bazar de productos por internet. Lo que no cuentan es qué diferencia estos casos de éxito de la innumerable cantidad de empresas que se han creado y han fracasado.
Y con empresas que han quebrado no me refiero exclusivamente a Kodak o Nokia, también a la tienda de la esquina que abrió hace 6 meses y ya ha bajado el telón.La metodología Lean Startup (de Eric Ries) se cimenta en la metodología Lean (desarrollada por Toyota) y tiene como base el maximizar los aprendizajes, tratando de reducir al máximo los errores.
La teoría puede sonar muy bonita, pero ¿cómo es esto posible? Experimentando, aprendiendo de ello y tomando decisiones ágiles, persistiendo o pivotando.Para hacer esto posible y sobre todo para estructurar el proceso de emprendimiento y secuenciarlo en fases se vertebra el proceso en etapas, cada una de las cuales nos lleva a la siguiente y solo verificando a través de datos e indicadores que el desarrollo es correcto debemos continuar.
El punto de partida es el análisis del mercado y se hace especial hincapié en poner FOCO. Sin un segmento específico y concreto al que dirigirnos estamos abocados al fracaso. Las soluciones ‘para todo el mundo’ no valen para nadie.
Ya, pero Amazon va de la A a la Z, vende a todo el mundo. ¿Y cómo empezó? Aquí es donde se nos olvida que vendía libros.Resulta igual de clave el entender a cliente, qué piensa, qué necesita, cuándo y cómo. Hay soluciones variopintas y softwares fantásticos que le interesan a nadie y por tanto solo nadie está dispuesto a pagar por ellos.
Para este hito no bastará con encuestas y entrevistas, hace falta un proceso de aprendizaje y acompañamiento, leyendo entre líneas, escuchando en vez de preguntando y sabiendo detectar lo crítico de lo que no lo es.Teniendo claros estos puntos vitales podremos continuar con el plantear nuestra propuesta, proceso, servicio o como queramos llamarlo. El error más común es empezar la casa por el tejado y haberse dejado todo lo anterior para plantear algo innovador, único, barato e inmejorable sin saberse parado a pensar en si existe o si quiere hace falta.
Hará falta experimentar, equivocarse, aprender y todo con la mayor agilidad posible. Esto distinguirá equipos de emprendimiento.Llegados hasta aquí iremos al planteamiento del modelo de negocio, de cómo vamos a llegar al cliente, qué estrategias de marketing vamos a utilizar y un sinfín de vicisitudes que nos habrán ido saliendo por el camino y pondrán en jaque al equipo, a la idea, al dinero que nos queda, a las horas de sueño, excesos de café, etc.
Nadie dijo que esto iba a ser fácil, pero si una cosa está clara es que para ver el arcoíris has de soportar la lluvia.
Sergio Martinez Valtueña
Formador de Techma en Lean Startup